La medalla conmemorativa diseñada por Victor Huster para el 95 aniversario de Joaquín Rodrigo
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Desde la Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo, con motivo de la Celebración del XX aniversario de la muerte del compositor Joaquín Rodrigo, queremos ofreceros una pequeña Exposición virtual que vamos a compartir con vosotros a través de nuestras RRSS, formada por algunos de los objetos que nos parecen sobresalientes e interesantes desde el reconocimiento a su figura.
Algunos, como el que hoy os presentamos, son homenajes que reflejan las muestras de cariño y admiración que el Maestro recibió durante toda su vida; y otros son objetos personales que pertenecieron al matrimonio formado por Joaquín y Victoria, cuyo interés reside en ser objetos que les acompañaron durante su vida.
La primera muestra que os proponemos, es la medalla conmemorativa que el medallista Victor Huster, uno de los que participaron en el diseño del Euro, concibió para el 95 aniversario de Joaquín Rodrigo. Fue encargada como homenaje al maestro por uno de sus más importantes editores, Schott.
La primera muestra que os proponemos, es la medalla conmemorativa que el medallista Victor Huster, uno de los que participaron en el diseño del Euro, concibió para el 95 aniversario de Joaquín Rodrigo. Fue encargada como homenaje al maestro por uno de sus más importantes editores, Schott.
Os mostramos también el texto en el que el artista nos explica los conceptos que manejó para la realización del diseño, que aunque no está del todo exento de algunos tópicos sobre nuestro país, si refleja su total sensibilidad y la belleza que quiere transmitirnos desde el conocimiento de la música de Joaquín Rodrigo.
Esperamos que disfrutéis con nuestro pequeño museo virtual.
“Ligera como las hojas que arrastra el viento, armonía que sobrevive a la fragilidad terrenal, así es como Joaquín Rodrigo desea que se comprenda su música. Con el "Concierto de Aranjuez" dibuja una imagen realista y mística de la vida espiritual española. Esta medalla, que conmemora tanto su cumpleaños como su obra más conocida, intenta, desde su plástica miniaturista de vocación general, reflejar con justicia su característica creatividad, su romanticismo, su precisión y su elección de temas. En este trabajo, acuñado con técnicas complejas y costosas, se ha pretendido también que el metal como materia prima se corresponda con esta volatilidad: el metal se ha transformado, con el fin de conservar la frescura y ligereza, en un objeto vivo, pretendiendo que aquel que lo contemple sienta, espiritual, estilística y plásticamente, que tiene parte de España entre sus manos.
El anverso o cara dedicada a la ¨obra¨, tiende a elevarse sobre el solitario, desértico y soleado paisaje del sur de España. El reverso esta dedicado a la ¨vida¨ del compositor.
Las bases del arco se disponen formando la figura de una guitarra, el instrumento determinante en las obras de Rodrigo. En la parte de atrás de la guitarra, se contempla el blasón que le distingue como Marqués de los Jardines de Aranjuez.
El sonido que más ama desde su ceguera el compositor es el sonido de las olas del mar. Este hecho, y el alma marinera de este país, son los que han determinado la forma aconchada de esta medalla: El interior de la concha contiene los aspectos privados e íntimos del maestro; el exterior, por el contrario, pretende ofrecer la imagen a todos conocida y para todos visible de la vida española. Ambas caras se hallan bajo el influjo de una todopoderosa esfera solar.
Anverso:
J. Rodrigo trabaja junto al ala en aquella elegiaca melodía del corno inglés que inicia el segundo movimiento y que ha popularizado el "Concierto de Aranjuez". Los primeros compases de este punto se manifiestan en escritura Braille sobre la banda ondulada que está situada verticalmente, para expresarse consecuentemente, en su transcripción en notas, en el punto correspondiente del reverso de la medalla. La figura sentada de Rodrigo y los instrumentos que le rodean se han dispuesto conscientemente en relieve incluso: el maestro no siente a través de los ojos, sino a través de la manos. Para este complejo proceso de composición se abren las cuerdas de la guitarra señalando de manera certera y lineal hacia la amalgama con la plantilla orquestal acompañante en este concierto, hacia los grupos en miniatura de instrumentos de cuerda, de viento-metal y de viento-madera.
J. Rodrigo trabaja junto al ala en aquella elegiaca melodía del corno inglés que inicia el segundo movimiento y que ha popularizado el "Concierto de Aranjuez". Los primeros compases de este punto se manifiestan en escritura Braille sobre la banda ondulada que está situada verticalmente, para expresarse consecuentemente, en su transcripción en notas, en el punto correspondiente del reverso de la medalla. La figura sentada de Rodrigo y los instrumentos que le rodean se han dispuesto conscientemente en relieve incluso: el maestro no siente a través de los ojos, sino a través de la manos. Para este complejo proceso de composición se abren las cuerdas de la guitarra señalando de manera certera y lineal hacia la amalgama con la plantilla orquestal acompañante en este concierto, hacia los grupos en miniatura de instrumentos de cuerda, de viento-metal y de viento-madera.
Reverso:
Iluminado por la esfera solar que lleva la firma autógrafa del compositor se abre, de izquierda a derecha, el desarrollo en tres movimientos del "Concierto de Aranjuez": el decorado de la música popular a través del dorso de una mujer bailando, un enmudecido penitente de una procesión portando la cruz y, como expresión del tercer movimiento, la puerta de hierro forjado que da entrada al parque deseado del Palacio de Aranjuez, aquel lugar de sosiego y recogimiento de Rodrigo, cuya llave solo él posee.
Iluminado por la esfera solar que lleva la firma autógrafa del compositor se abre, de izquierda a derecha, el desarrollo en tres movimientos del "Concierto de Aranjuez": el decorado de la música popular a través del dorso de una mujer bailando, un enmudecido penitente de una procesión portando la cruz y, como expresión del tercer movimiento, la puerta de hierro forjado que da entrada al parque deseado del Palacio de Aranjuez, aquel lugar de sosiego y recogimiento de Rodrigo, cuya llave solo él posee.
La concepción técnica de esta medalla quiere tomar como referencias directas el carácter del país, las preferencias del Maestro Rodrigo y la impresión que personalmente me ha causado su música: técnica de acuñación antigua, medalla en forma de concha, aspecto ligero y sin embargo de 103 gramos de peso.
El tamaño de esta medalla de hasta 67 milímetros, la convierte en un objeto extraordinario.”
Baden-Baden; octubre de 1996
Victor Huster
Victor Huster
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From the Victoria and Joaquín Rodrigo Foundation, and in anticipation to the celebration of the 20th anniversary of the death of the composer Joaquín Rodrigo, we are pleased to present a ¨virtual exhibit¨ where through our social networks we will share with you some extraordinary and interesting objects related to his life.
Some objects, like the one we present to you today, are tributes that reflect the affection and admiration the Maestro received throughout his life. Others are personal items that belonged to the couple, Joaquín and Victoria, possessing special interest for being objects that accompanied them in their life's journey.
This first exhibit is a commemorative medal designed and made by Victor Huster (a participant in the designing of the Euro) for Joaquín Rodrigo's 95th anniversary. It was commissioned as a tribute to the Maestro by one of his most important publishers, Schott.
Accompanying this image is the text where the artist explains the ideas he used when conceiving its design, which although not entirely exempt of some of our country's clichés, does fully reflect and transmit his understanding of the sensitivity and beauty of Joaquín Rodrigo's music.
We hope that you enjoy our small virtual museum!
"As light as leaves blown by the wind, harmoniousness which endures earthly frailty –this is how Joaquín Rodrigo would like his music to be understood. With the "Concierto de Aranjuez" he draws a realistic and mystical picture of Spanish spiritual life. This medal, dedicated to his birthday as well as to his best-known work, attempts by means of a comprehensively eloquent miniature sculture to do justice to the particular aspects of his methos of creativity, his romanticism and his precision as well as his choice of themes. The use of metal in this piece of craftsmanship, minted by means of extravagant and complicated techniques, was also chosen with the intention of corresponding to this buoyancy: in accordance with the idea of retaining the freshness and lightness of the material, it has been consistently worked into a living object in which the observer has the impression - in style and form - that he is holding a piece of Spain in his hands.
The “creation side” (obverse) of the medal expresses the idea of striving upwards from the lonely Spanish landscape, glowing and parched from the sun, and reaching by way of a mighty vaulted Moorish arch the convex “life side” (reverse).
The bases of the arch are shaped in the form of the instrument which defines Rodrigo’s work, the guitar, which also forms his coat-of arms as Marqués de los Jardines de Aranjuez by means of a wavy line and as an escutcheon depicted on the reverse.
The blind composer’s favourite noise is the sound of the waves of the sea. It was this and also the maritime character of the country which inspired the artits to create this medal in the form of as shell: in a broader sense the inner side of the shell (the obverse) depicts the image of the composer’s private, intimate mood when he is composing, whereas the outside presents aspects os Spanish life which are visible and familiar to all. Both sides stand under the influence of a dominating sun.
Obverse:
J. Rodrigo is sitting at the piano working on that plaintive cor anglais melody from the beginning of the second movement of the "Concierto de Aranjuez", the melody to which above all the work owes its popularity. The first bars of this passage are written in Braille on the vertically situated strip of waves, and, logically, appear in corresponding musical notation in the equivalent place on the reverse. The seated figure of Rodrigo and the instruments lying around are deliberately treated in incised relief: he does not see, he feels with his fingers. In order to represent the complex process of composition, the strings of the guitar open up and indicate in a direct line the combination with the accompanying orchestral instruments in this concerto, the groups of string, brass and wind instruments, depicted in miniature.
J. Rodrigo is sitting at the piano working on that plaintive cor anglais melody from the beginning of the second movement of the "Concierto de Aranjuez", the melody to which above all the work owes its popularity. The first bars of this passage are written in Braille on the vertically situated strip of waves, and, logically, appear in corresponding musical notation in the equivalent place on the reverse. The seated figure of Rodrigo and the instruments lying around are deliberately treated in incised relief: he does not see, he feels with his fingers. In order to represent the complex process of composition, the strings of the guitar open up and indicate in a direct line the combination with the accompanying orchestral instruments in this concerto, the groups of string, brass and wind instruments, depicted in miniature.
Reverse:
Illuminated by the disc of the sun bearing his autograph, the contents of the three movements of the "Concierto de Aranjuez" can be read from left to right: the setting of folk music depicted by the figure of a female dancer seen from behind, a masked figure carrying a cross and conveying the sad mood of a Saeta, and for the third movement the wroughtiron gate, standing ajar, leading to the enchanted park of the Palace of Aranjuez, the place of peace and calmness for Rodrigo, to which only he has the right key.
Illuminated by the disc of the sun bearing his autograph, the contents of the three movements of the "Concierto de Aranjuez" can be read from left to right: the setting of folk music depicted by the figure of a female dancer seen from behind, a masked figure carrying a cross and conveying the sad mood of a Saeta, and for the third movement the wroughtiron gate, standing ajar, leading to the enchanted park of the Palace of Aranjuez, the place of peace and calmness for Rodrigo, to which only he has the right key.
The technical conception of the medal intends to refer directly to the character of the country, to Rodrigo’s predilections and to the impression his music made to me: antique minting technique, medal in the form of a shell, seemingly light and yet weighing 103 grams.
The motif section, up to 67 milimetres in size, displays a generous, expansive design which makes this medal an unusual object".
Baden-Baden; October 1996
Victor Huster
Victor Huster
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