Joaquín Rodrigo - The Works of 1982 - PART III
( English/Español) Wednesday, November 30, 2011
The
natural companion piece for Rodrigo’s Concierto
de Aranjuez has
always been considered to be the Fantasía
para un gentilhombre of 1954.
But this work is a suite based on melodies and dances by Gaspar Sanz, whereas
the last concerto of all, the Concierto
para una fiesta, is a return to the traditional three-movement concerto
form – as in Aranjuez and several other works by the composer –
making this late composition of particular interest. Rodrigo himself was
well aware that comparisons with his first concerto would be made, in
particular with its famous second movement, and was to comment, almost
severely: “It would be an error to look for – or even, after forty years,
to expect – another theme like ‘Aranjuez’.” The two outer movements are
inspired by two different cities of Spain and their cultures:
in the first, Rodrigo speaks of a “very Valencian flavour… which
seems to evoke the spirit of El Cid and the Moorish past of
Valencia”, while the third has a fiesta-like atmosphere (in keeping with
the work’s title), “with a sevillana as its main theme.” As with the Concierto
de Aranjuez in its time,
the technical demands made by Rodrigo of his guitar soloist now reach new
heights, as its dedicatee, Pepe Romero, has affirmed. Both first and third
movements are based on memorable themes, supported by brilliant
orchestration, and are clearly designed to demonstrate the skills of the
soloist. The second movement, however, is not only the heart of the work,
but a movement which naturally demands comparison with the Adagio of the
Concierto de Aranjuez. I believe in its symbolism and its depth of feeling it
fully deserves such comparison. Here again are the composer’s words:
“Its basic source is rhythm rather than melody. Here there is none of the
rhythmic serenity of the previous work… The result is a continuous,
agitated, almost uneasy wave-like motion throughout the movement.” Even
though Rodrigo affirms that “this movement is the antithesis of its
world-famous counterpart”, the main theme is in fact created from the same
melodic elements found in the Aranjuez Adagio, though now the “heart-beat”
which underpinned the former work has become weakened and unstable, making
the music as much – or indeed even more - of a lament as its famous
predecessor. The figuration and indeed the mood of this movement owes much
to Rodrigo’s well-known piano piece Crepúsculo sobre el Guadalquivir,
from the Cuatro
estampas andaluzas of
1946-52, and of course the river Guadalquivir itself flows towards that city
which is the inspiration for the final movement of the Concierto para una
fiesta. As so often in the music of Rodrigo, place, time, mood and
symbolism all combine here to extraordinary effect, and with an eloquence only comparable to the Adagio of the Concierto de Aranjuez.
Raymond Calcraft. Ex Head of the Department of Hispanic Studies / University of Exeter. Choral and Orchestral Conductor
Raymond Calcraft. Ex Head of the Department of Hispanic Studies / University of Exeter. Choral and Orchestral Conductor
JOAQUÍN RODRIGO – LAS OBRAS DE 1982 – IIIª PARTE
La contrapartida natural del Concierto
de Aranjuez se ha considerado
siempre la Fantasía
para un gentilhombre de 1954.
Pero esta obra es una suite basada en melodías y danzas de Gaspar Sanz,
mientras que el último concierto de todos, el Concierto
para una fiesta, supone un retorno a la forma tradicional del concierto
en tres tiempos – como en el Aranjuez y otras obras del autor – lo que
hace de esta composición tardía una obra sumamente interesante. El mismo
Rodrigo sabía muy bien que se harían comparaciones con su primer
concierto, y en particular con su famoso segundo tiempo, y comentó, casi
severo: “Sería un error buscar – o incluso, transcurridos cuarenta años,
esperar – otro tema ‘a lo Aranjuez’”. Los otros dos tiempos están
inspirados en distintas ciudades de España y sus culturas: en el
primero, Rodrigo habla de un “sabor muy valenciano… que parece evocar el
espíritu del Cid y el pasado moro de Valencia”, mientras que el tercero
tiene un ambiente festivo (siguiendo el mismo título del concierto), “con
una sevillana como tema principal”. Como con el Concierto
de Aranjuez en su momento,
las exigencias técnicas que exige Rodrigo del solista alcanzan ahora
nuevas alturas, como ha afirmado el propio intérprete para quien fue
escrito, Pepe Romero. Tanto el primer tiempo como el tercero están basados
en temas memorables, apoyados sobre una orquestación brillante, con la
clara intención de hacer lucir las destrezas del solista. El
segundo tiempo, sin embargo, es no sólo el corazón de la obra, sino una
composición que naturalmente pide ser comparada con el Adagio del
Concierto de Aranjuez. En su simbolismo y en su hondura de expresión yo creo
que bien merece tal comparación. Aquí están otra vez las palabras del
autor: “su fuente principal es el ritmo más que la melodía. Aquí, nada de la
serenidad rítmica de la obra precedente... El resultado es una ola
continua y agitada, casi inquieta, a través del movimiento...”
Aunque Rodrigo afirma: “este movimiento es la antítesis de su
contrapartida mundialmente célebre”, el tema principal está fabricado en
realidad con los mismos elementos melódicos que se encuentran en el Adagio
del Aranjuez, aunque ahora aquel “latido de corazón” que sostenía la obra
anterior se ha vuelto más débil e inestable, haciendo de la música un
llanto – y quizá aún más desolado – como en su famoso predecesor. La
figuración e incluso el ambiente de este tiempo se deben mucho a la bien
conocida obra para piano de Rodrigo, Crepúsculo sobre el Guadalquivir, de
las Cuatro estampas andaluzas (1946-52). Y el mismo río
Guadalquivir fluye, por supuesto, hacia aquella ciudad que es la
inspiración del tercer tiempo del Concierto para una fiesta. Como ocurre
tan a menudo en la música de Rodrigo, lugar, tiempo, ambiente y
simbolismo, todos se juntan aquí de una manera extraordinaria, y con una
elocuencia sólo comparable con la del Adagio del Concierto de Aranjuez.
Raymond Calcraft. Ex Jefe del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Éxeter. Director de orquesta y de coro
Raymond Calcraft. Ex Jefe del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Éxeter. Director de orquesta y de coro
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