JOAQUÍN RODRIGO 2020. Relato biográfico para jóvenes
Joaquín Rodrigo: el niño, el joven, el hombre Joaquín está solo en el columpio. Sus amigos juegan, se ríen y cantan. Pero él solo los escucha cantar. En su mundo de tinieblas, solo se percibe el arrullo de las palomas, el agua de los surtidores de las fuentes, el crepitar del fuego y el susurro de las hojas de los naranjos de su Sagunto natal. En cualquier otro lugar de Valencia y del mundo, ser ciego es, a principios del siglo XX, una desgracia y una condena. Pero Joaquín es diferente. No le interesa lo que a los otros niños porque él no es como los demás. Él es compositor, aunque aún no lo sabe. Lo que sí es desde el principio es un soñador. Sueña tanto de día como de noche, puesto que en su mundo de sombras, la luz la crea él. Joaquín sueña y sueña, y cuando le toca estudiar, él ya sabe que quiere ser músico, y poco le importa la opinión de sus padres al respecto. Ellos creen que su hijo va a ser un pobre de solemnidad, ciego y músico, pero los pobres -de espíritu- eran el