Joaquín Rodrigo, el concursante.
Nos aprestamos a divulgar una faceta del compositor quizá algo desconocida para el gran público, pero no por ello menos interesante: la del Joaquín Rodrigo, concursante . En efecto, su vida, lejos de ser un camino sin desafíos, pronto se manifestó como una auténtica carrera de obstáculos que tuvo que ir sorteando, en muchos casos con éxito, aunque también conoció el amargo sabor del fracaso. Su primera incursión en el complejo mundo de las lides musicales tuvo lugar en 1924, cuando se presentó, con su obra Cinco Piezas infantiles a los Concursos nacionales organizados por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Con ella obtuvo la “Mención Honorífica”. Esta obra, que sería estrenada en Valencia en 1927 con la Orquesta Sinfónica de Valencia, bajo la dirección de José Manuel Izquierdo, obtuvo un gran éxito de público y crítica. Con la obra Per la flor del Lliri ganó, por unanimidad , el Primer Premio del Concurso convocado por el Círculo de Bellas Ar